A buen seguro que no somos conscientes, pero cuando realizamos un pedido a través de comercio online, la enorme cadena logística que hay detrás afecta al mercado inmobiliario y, sobre todo, en el momento presente. Los inversores están demostrando un creciente interés en el posicionamiento geográfico, lo que implica a comercios y espacios de almacenamiento. Estos espacios (naves logísticas) se caracterizan por su buena ubicación y la existencia de muelles de carga y descarga.

Las cifras indican que el año pasado la nueva contratación, en naves logísticas, en áreas de influencia como el sur de Madrid y alrededores de Barcelona alcanzó los 1.500 millones de m2, lo que supone un récord y un alza del 15% respecto al año anterior (cifras de la consultora inmobiliaria CBRE). Amazon ha sido el responsable de que más del 10% de esa superficie corresponda a almacenes de comercio electrónico, porcentaje que sigue aumentando año tras año, y que seguirá así, según indican observadores como la mencionada CBRE.

¿Qué cifra de negocio ha derivado de todo ello? La inversión en naves logísticas en 2018 alcanzó los 1.456 millones de euros, cifra menor que la de 2017 por la gran operación de Blackstone por Logicor.

Sirva como conclusión que el mercado logístico es presente y futuro en el mercado nacional, con un largo recorrido que sólo acaba de empezar.